El objetivo de este ejercicio es crear un mapa de sismicidad a partir de registros históricos en el departamento de Santander, donde se señalan los sismos con profundidades menores a 70km, sin importar la magnitud de los mismos, relacionandolos con las estructuras presentes en la región.
Los datos utilizados en el proceso fueron obtenidos en la página de INGEOMINAS (www.ingeominas.gov.co) ingresando en el link RED SISMOLÓGICA. Es necesario seleccionar el periodo de tiempo de interés (para el caso de enero 2000 a diciembre de 2000) y especificar las coordenadas del departamento (Santander), como se muestra en la figura:
Una vez se ha hecho lo anterior se genera un mapa de Colombia en el que señalan lo sismos correspondientes al intervalo de tiempo, profundidad y coordenadas respectivas, para el caso se generó el siguiente mapa:
Al hacer zoom sobre el mapa anterior podemos obtener un acercamiento de la zona de interés (Departamento de Santander) como se aprecia a continuación:
Ahora es necesario cruzar éste mapa con uno estructural del departamento de Santander, para así poder hacer la asociación a las estructuras correspondientes, el mapa final generado es el siguiente:
A partir del mapa anteriormente generado, se puede realizar la siguiente interpretación:
El departamento de Santander se encuentra situado en un área tectónicamente activa, lo cual se ve representado en la alta concentración de fallas y estructuras de deformación, estructuralmente se divide en 3 regiones, las cuales son:
© Región Oriental, limitada al oeste por el sistema de falla Bucaramanga e incluye fallas como Cucutilla, Suratá, Río Perchiquéz, Río Umpalá y Servitá.
© Región Central, es el área comprendida entre el sistema de falla Bucaramanga y el sistema de falla La Salina, la cual está casi a la mitad por la falla inversa sinestral del Río Suárez, ésta área es la más densa en fallas de las 3 regiones estructurales. Otras fallas importantes son: Landázuri, El Carmen, Lebrija, Sistema de falla Riachuelo-Curití, Aratoca-Los Santos, entre otras, además se caracteriza por presentar gran cantidad de estructura sinclinales y anticlinales, como el sinclinal de Chiquinquira, Suaita-Chima, Nuevo Mundo; y como el anticlinal Pradera, Los Cobardes, Cerro Negro, Chiquinquira, entre otros.
© Región Occidental: Comprende el área hacia el occidente a partir del sistema de Falla La Salina, y contiene una cantidad menor de fallas y estructuras plegadas, la mayoría de fallas de esta región son inferidas, como Casabe, Cantagallo, Arrugas, Guineal, Infantas; pliegues como el sinclinal San Fernando, Guineal, Peña de Oro y anticlinal San Luis Lisama, San Fernando y Guineal.
Partiendo de ésta clasificación y de los sismos registrados en el mapa, podemos inferir que la zona estructuralmente más activa es la Región Central donde se observa al sur del departamento gran actividad sísmica en el año 2000, muchos de esos sismos posiblemente asociados al sistema de Falla La Salina, e incluso algunos de ellos relacionados con la Falla Landázuri. Es clara la amenaza sismológica que afecta esta región, ya que la magnitud de los sismos está en el intervalo de 4 a más de 6.1 en la escala de Richter, y la profundidad de los mismos en la mayor parte no supera los 30 km de profundidad, sólo unos pocos sismos se registraron a profundidades entre 30 y 70km.
Además de la zona anteriormente descrita, al este de la Región Central se pueden registrar varios sismos asociados posiblemente con el sistema de Falla Bucaramanga cerca Bucaramanga y su área metropolitana, dichos sismos son de profundidades no mayores a 30km y con magnitudes de hasta 6.1 en la escala de Richter, indicando alto grado de riesgo para la población circunvecina.
En la Región Oriental, se observa una actividad sísmica concentrada principalmente en el área de acción del sistema de falla de Bucaramanga y su intersección con fallas como la del Río Umpalá y Río Perchiquéz, siendo los sismos de magnitudes entre 4 y más de 6.1 en la escala de Richter y con profundidades no mayores a 30km a excepto de dos de ellos que se encuentran entre 30 y 70km de profundidad. Ésta actividad sísmica pone en riesgo a poblaciones cercanas como Bucaramanga y su área metropolitana, San Gil, Socorro, entre otras.
Más al norte de ésta región se observan 3 sismos de magnitud 5.1-6 en la escala de Richter y profundidades no mayores a 30km, 2 de ellos asociados a la falla Suratá y el otro a la Falla Cucutilla, afectando áreas rurales del departamento.
En lo que corresponde a la Región Occidental, la mayor cantidad de sismos se registran asociados al sistema de falla La Salina, con magnitudes de 4.1-5 en la escala de Richter y profundidades no mayores a 30 km, aunque se puede apreciar una cantidad importante con profundidades entre 30 y 70km.
Otra concentración importante de sismos se encuentra asociada a la Falla Infantas, donde la mayoría de los sismos no superan los 30km de profundidad, con magnitudes de 4.1 a 6 en la escala de Richter, estos sismos afectan mayormente zonas rurales.
Adicionalmente, se observan dos sismos de magnitud 5.1-6 y uno de más de 6.1 en la escala de Richter, con profundidades entre 30-70km y 0-30km respectivamente asociados a la falla inversa Belta.
Finalmente, se encuentran sismos aislados de magnitudes 4.1-5 en la escala de Richter y profundidades de hasta 30km asociados a fallas como Casabe, Arrugas y la Salina al norte de la región.